Malestar
Cuerpos del malestar en prácticas artísticas
¿Qué es malestar?


Sentimos malestar.


Entendemos el malestar como un estado emocional que convive con los estados positivistas que producen felicidad.


Malestar como espacio de reflexión y de emancipación temporal cuando se agota la energía en la carrera frenética de la inalcanzable felicidad.


Malestar como espacio de proyección de todo lo que se acalla por temor a frenar, a salir de la rueda de la felicidad, del bucle, de la exigencia y responsabilidad de ser mejor, en todo, que nos obligamos a sentir.


Sentimos el malestar como ese pequeño destello de tranquilidad, como un instante en el que es permitido parar, sentarse, llorar, sacar, gritar, dejar, liberar, comunicar, ser. Ser una persona capaz de escucharse y aprender, de regenerarse, de crecer, de evolucionar. Y revolucionar.


Malestar como una bola que se instala en la boca del estómago, o como un nudo en la garganta repleto de sentimientos acompañados de palabras que no salen más, que no se permiten pronunciar, por el resto, por los demás, por el miedo a ser juzgado, por el miedo a ser rechazado.


Pero hay que liberar.


Malestar como ese espacio íntimo en el que nos permitimos sentir todo aquello que sale por los poros de la piel, o por entre los suspiros entrecortados a causa de la ansiedad.


Nos hemos convertido en personas tan individualistas que nos olvidamos que el malestar habita en todos, lo sentimos todos, pero no nos lo comunicamos.


El malestar se reivindica brotando por los alrededores de cada pequeña cura superficial que nos han enseñado a ‘’sanar’’ a través de los libros de autoayuda, de las frases motivacionales, de las terapias de una hora en los despachos de los expertos entusiastas.


El malestar aparece en cada intento de meditación que fracasa porque la mente no para, ni un segundo. Nos empapa de rutina, de todo aquello que no estamos haciendo por haber parado a meditar, por haber frenado. Y nos sentimos fracasados, por no haber conseguido meditar y por la sensación de haber perdido el tiempo al no lograrlo. De haber perdido oportunidades.


Nos invitan a creer que el malestar es el antagonista abanderado del fracaso. Aquel que mueve frenéticamente las manos al aire para hacernos entender que si te acercas, estás perdido.


Malestar encarnado en insomnio, en pesadillas, en agotamiento.


Pero no hay que olvidar que el malestar es aquel que te acurruca en la noche cuando por fin puedes descansar de las obligaciones. Cuando estás a punto de conciliar el sueño.


El malestar como subordinado del gobierno de la felicidad.


Y nosotros como viajeros ambulantes cegados por la luz deslumbrante del entusiasmo, del éxito, del valor creado intencionadamente por beneficios puramente matéricos.


Entonces, ¿qué podemos hacer para cuidarnos de esta felicidad?


Dime tú, porque yo no lo sé.
''Compression Carpet shines light on society’s forever connectedness and the symptoms of technology, where human interactions more and more, take place in the digital world, overshadowing our physical selves. This symptom has led us to a crisis of touch, demanding interventions that cater to society’s physical and emotional needs. The carpet is a continuation of the artist’s Compression Cradle, a machine that had a similar effect on the body by using a sequence of aerated volumes. Both consume the body with affection and a heavy-duty hug.'' (Lucy Mcrae, 2020.)
Este kit de supervivencia de Lucy McRae, muestra como sería en un futuro especulativo, una emancipación de la sociedad a causa de lo tecnocéntrica que se ha convertido, donde las relaciones entre personas, ya no se dan en un plano físico, sino que todo aquello que emociona y conecta, es a través de la pantalla.

¿Qué pasaría si nos emancipáramos y no nos relacionaremos con otros sujetos?¿Qué pasa con el cuerpo agotado de tanta pantalla?























En la performance “Como superar o grande cansaço?” de Eduardo Fukushima (2010), se realiza un baile alrededor de estas cuestiones. Nos encontramos con un cuerpo que en vez de responder cómo superarlo, habita el cansancio, se mueve en él, a través de él, con movimientos secos, un cuerpo que camina estirado de lateral, sin avanzar.

Esta performance forma parte de la exposición “Indisposición general, ensayo sobre la fatiga” presentada el año 2015 por de Martí Peran, junto a piezas de varios artistas. Este proyecto se despliega en diversas instituciones culturales. Por un lado, se presenta en el recinto Fabra i Coats, con una apertura de la lectura performativa que pone en valor el cuerpo y sus gestualidades, el cual se presenta como protagonista principal portador de cansancio y malestar que nos genera la hiperconectividad, la autoexplotación y autoexigencia, la hiperactividad constante, etc. En esta primera institución, el proyecto es presentado como una exposición que se abre con una breve lectura, para dar pie a una sala expositiva donde se presentan proyectos artísticos. Es interesante destacar que colabora con la exposición el colectivo Espai en blanc, el cual en su plataforma, proporciona a los usuarios el catálogo abierto de la esta. A diferencia de las plataformas digitales de las instituciones, las cuales presentan las exposiciones con un abstract explicativo y en las que no siempre puedes acceder a todo el contenido de la exposición. Espai en blanc genera un espacio acorde con su “ apuesta por el pensamiento crítico, colectivo y experimental”, donde se recoge el catálogo y diferentes materiales de investigación de la exposición.

La segunda institución donde la exposición se presenta, es en el Macba. En esta ocasión, Martí Peran lo hace a partir de su libro ‘’Ensayo sobre la fatiga’’, escrito el año 2016. Se abre un debate junto a Santiago López, Javier Peñafiel y Chantal Maillard, en el cual explican cómo ellos han sentido el cansancio y comparten reflexiones personales que tienen que ver con sus experiencias. La presentación de un proyecto que habla sobre la fatiga en un espacio institucional como es el Macba, genera un abanico de reflexiones que tienen que ver con cómo es posible tratar un debate así en un espacio que en ocasiones elude las críticas, no problematiza el contexto de la cultura en los últimos años y al estar inmerso en lógicas económicas y de producción, participa de la precarización del artista.

Encontramos otros dispositivos culturales que activan otros modos de hacer hablando en términos de precariedad, malestar, bienestar y entusiasmo, por ejemplo Pirate care, un proyecto de investigación colaborativo donde participan activistas, artistas e investigadores rechazando la criminalización de la solidaridad y generando propuestas alternativas de cuidados piratas, donde el cuidado se entiende como piratería o la piratería como un cuidado.


¿Qué pasaría si, como propone Lucy Mcrae en su emancipación, nos la replanteáramos como una resistencia mediante la emancipación colectiva?
Future Survival Kit 2,0, Lucy McRae, fotografías de Ariel Fisher
Como superar o grande cansaço?, Eduardo Fukushima, 2010